El conjunto del edificio ocupa la mitad de la manzana compuesta por otra edificación del mismo tipo, con
patios interiores conectados por una red peatonal.
El planeamiento edificatorio definió las trazas del proyecto que se desarrolla en manzana anular de 14 m
de longitud, 4 m de anchura, 12 m de fondo y cinco plantas de altura más ático.
De esta manera, el edificio se va ajustando a las diferentes alturas debido al desnivel total de la
parcela
de 6 metros, dando protagonismo a la sección por su gran pendiente.
La solución de viviendas adoptada se resuelve con viviendas de estructura lineal con una sola
orientación,
calle, camino peatonal o patio de manzana.
La solución que se adoptó en fachada es de planos en su mayoría lisos, resuelta con ladrillo de Bailén
color
pajizo salvo en el zócalo, que es de ocre. Mientras, la composición de ventanas agrupadas en un hueco
de mayor tamaño, ayuda a definir la continuidad horizontal del edificio para ajustarse a los desniveles
del terreno.
El patio de manzana se ajardina con parterres arbolados, aceras y áreas estanciales soladas. El
tratamiento
de los espacios peatonales entre los bloques se plantea de forma similar.
La tipología de vivienda en manzana anular desarrollada en un edificio continuo de líneas sencillas y
materiales básicos, donde la medida y ordenación de espacios interiores y entre bloques ofrecen
calidad
habitacional, hace de este proyecto un ejemplo de arquitectura social notable, de referencia en los
años 90 en el marco de tipologías de vivienda colectiva.