La edificación se ajusta a la alineación oficial a calles El Santo de la Isidra y Picara Molinera, se
adosa a la parcela P 6.1 para conformar el volumen de la manzana cerrada, y se retranquea de la parcela
P11 al tratarse de bloque abierto, consiguiendo de esta manera la máxima amplitud en el patio interior.
La imagen del edificio es un volumen compacto con la envolvente resuelta mediante prefabricados de
hormigón para subrayar la idea de bloque rotundo. Dicho tratamiento se realiza al exterior y al
interior, dando la misma importancia a ambas fachadas. Dispone de 5 núcleos de comunicación al interior
con espacios comunes ajardinados en planta baja para relación y convivencia.
El edificio tiene 120 viviendas y se organiza en planta baja, 5 plantas tipo, una planta ático y 2
plantas bajo rasante donde se ubica la dotación de aparcamiento necesaria, con un total de 163 plazas y
espacios para albergar cuartos de instalaciones.
La sostenibilidad de las viviendas queda garantizada con una envolvente de baja transmitancia térmica,
ventilación con recuperación de calor, e instalaciones de ACS y climatización mediante aerotermia, lo
que arroja una letra A en el certificado de eficiencia energética.