La edificación se distribuye en un edificio aislado respetando el eje de posición definido en el
planeamiento, dando lugar a un cuerpo con forma de paralelepípedo tumbado, con fachadas planas, sin
vuelos, con un juego compositivo que se consigue con la mezcla de texturas y materiales, reforzado con
la apertura estudiada de los huecos.
El cuerpo sólido se abre en su interior con sendos patios, que sirven a distintas estancias, garantizando
la iluminación y ventilación necesarias. Se desarrolla el bloque en tres portales, constando de siete
plantas sobre rasante con uso residencial y comercial; y con una planta bajo rasante destinada a uso
garaje. En la planta baja se realiza el acceso a viviendas, garajes y local comercial desde la calle,
destinándose el resto de la superficie a vivienda, portales y servicios para la comunidad integrados en
el conjunto residencial.
El acceso rodado a los garajes y el peatonal a los portales, a través de la zona interior de uso privado,
se realiza por la calle Francisco Grande Covián, mientras que el acceso abierto a la zona destinada a
usos comerciales se realizará desde la calle de Arroyo del Cañaveral. Las zonas libres permitirán el
paso y maniobra de un vehículo de extinción de incendios.