La biomasa es el conjunto de la materia orgánica, de origen vegetal o animal,
y los materiales que proceden de su transformación natural o artificial.
En los edificios, las instalaciones de biomasa utilizan combustibles como la leña, astillas,
pellets, briquetas o residuos agroindustriales (como los huesos de aceituna, cáscaras de
frutos secos, restos de poda) en calderas para la producción de agua caliente sanitaria
(ACS) o calefacción.
En la actualidad, las calderas de biomasa están completamente automatizadas, realizando sin
necesidad de supervisión el control de los arranques y las paradas en función de la demanda,
la limpieza de las superficies interiores o la extracción de las cenizas entre otras.
Qué beneficios aporta
La producción de calor a partir de biomasa supone la reducción de emisiones de gases de
efecto
invernadero, dado que emplea un combustible neutro en cuanto a emisiones de CO2 (el CO2
emitido en
su combustión es el que absorbió la materia orgánica al generarse).
Además, se trata de un combustible de producción local, con un precio más
competitivo que los
combustibles fósiles procedentes de fuera de España y que juega un papel fundamental en la
gestión
de los montes y el desarrollo socio-económico de las áreas rurales españolas.
Dónde se puede aplicar
Se pueden encontrar calderas en un amplio rango de potencias desde 20 kW hasta 1 MW o
mayores. Lo que las hace aplicables a todo tipo de edificios, tanto unifamiliares como
bloques de viviendas, tanto para edificios existentes como de nueva construcción.
¿Existen ayudas para este tipo de actuaciones?
Actualmente existen ayudas específicas para la implantación de sistemas térmicos renovables
en el
sector
residencial Año 2021-2022-2023 *