Tecnologías renovables eléctricas Fotovoltaica La energía fotovoltaica es la transformación directa de la radiación solar en electricidad. Esta transformación se produce en unos dispositivos denominados paneles fotovoltaicos. Los principales elementos que componen una instalación fotovoltaica son los siguientes: Panel solar fotovoltaico: es el encargado de convertir la energía solar en energía eléctrica y suministrar la potencia que hace falta en cada momento. Los paneles fotovoltaicos presentan diferentes variaciones en cuanto a precio y eficacia, siendo posible elegir entre policristalinos o monocristalinos, aunque estos últimos ofrecen un rendimiento superior. Inversor: convierte la corriente continua que procede de las baterías en corriente alterna o convencional. Dicha corriente tiene que ser la misma que emplea la red eléctrica (220 V con una frecuencia de 50 Hz). Se trata de un elemento de alta eficiencia y seguridad, clave en las instalaciones fotovoltaicas conectadas a la red y en aquellas autónomas cuya misión es proveer de electricidad a una vivienda. Batería: almacena la electricidad para poder emplearla más adelante, siempre que sea necesario. La batería es un componente elemental al dotar a la instalación de energía durante las jornadas de escasa luminosidad o luz solar. Regulador de carga: su función es administrar la energía de las baterías de manera óptima. De esa forma, impide que el sistema fotovoltaico se sobrecargue o sobredescargue, al mismo tiempo que alarga la vida útil de los acumuladores. Instalación fotovoltaica. Fuente: HelioEsfera Qué beneficios aporta Se trata de un tipo de energía 100% renovable, inagotable y no contaminante, que no consume combustibles fósiles ni genera residuos. Es modular, por lo que se pueden construir desde enormes plantas fotovoltaicas en suelo hasta instalaciones en cubiertas de edificios o viviendas unifamiliares. Permite la instalación de baterías para almacenar la electricidad sobrante y darle un uso posterior. Es un sistema particularmente adecuado para zonas rurales o aisladas donde el tendido eléctrico no llega o es dificultosa o costosa su instalación, o para zonas geográficas cuya climatología permite muchas horas de sol al año. Dónde se puede aplicar Hay dos tipos de plantas fotovoltaicas: conectadas a la red y no conectadas. Dentro de las primeras existen, a su vez, otras dos clases: Generación para autoconsumo: parte de la electricidad generada es consumida por el propio productor (en una vivienda, por ejemplo) y el resto se vierte a la red. Al mismo tiempo, el productor toma de la red la energía necesaria para cubrir su demanda cuando la unidad no le suministra la suficiente. Central fotovoltaica: toda la energía producida por los paneles se vierte a la red eléctrica. ¿Existen ayudas para este tipo de actuaciones? Actualmente existen ayudas específicas para la implantación de sistemas térmicos renovables en el sector residencial Año 2021-2022-2023 *