- El edificio reduce al mínimo el consumo de energía para desarrollar su compromiso medioambiental
- De las 25 viviendas, 5 de ellas cuentan con un dormitorio, 15 de dos y otras 5 de tres. Una de ellas está habilitada
para personas con movilidad reducida
Manubuild, que es como se conoce a la segunda fase del proyecto de viviendas de Carabanchel 34, es una propuesta innovadora
que agrupa las viviendas ordenadamente en una pastilla edificatoria con doble orientación, basándose en la comodidad
de uso y mediante un moderno criterio de habitabilidad bioclimática, en la misma línea que la primera fase de esta promoción.
Esta "habitabilidad bioclimática" se basa en la configuración del edificio de una manera determinada para conseguir el máximo
soleamiento de los espacios vivideros de las viviendas durante la mayor parte del día, algo que la EMVS tiene presente
en sus estructuras puesto que potencia el ahorro y la eficiencia energética, continuando así con la estrategia basada
en conseguir al menos la etiqueta B en el Certificado de Eficiencia Energética.
Las viviendas se organizan entorno a un único núcleo de comunicación vertical que da acceso a un corredor de distribución
orientado a norte, lo que permite que todas las viviendas sean pasantes con ventilación cruzada. En total cuenta con
25 viviendas de las cuales 5 cuentan con un dormitorio (con una de ellas habilitada para personas con movilidad reducida),
15 tienen dos dormitorios y las 5 restantes cuentan con un total de tres.
El edificio es el resultado de un proceso que atiende tanto a criterios energéticos como espaciales, que se configura de
una manera industrializada mediante la seriación y la repetición en su construcción, en sus instalaciones y en su envolvente
para dar una solución económica, racional y sostenible y desarrolla su compromiso medioambiental mediante el objetivo
de reducir al mínimo su demanda energética y, por tanto, reducir el consumo de energía.
Este límite de demanda se cumple gracias a su estudiada envolvente, compuesta por una fachada ventilada con un aislamiento
térmico de lana de roca y unas carpinterías de altas prestaciones, analizada para responder al clima de Madrid. A su
vez, y como sistemas activos, cuenta con sistemas de ventilación mecánica controlada con recuperadores de calor, que
hacen que las viviendas respiren y por tanto tengan una óptima calidad de aire sin derrochar la energía ya usada en la
climatización. Además, el residencial ha sido concebido por el estudio de arquitectura Ruiz-Larrea & Asociados para incentivar
un interior saludable mediante la especificación de materiales internos con bajos niveles de emisión de compuestos orgánicos
volátiles.